¿Qué pasa con el gasoducto del norte de Brooklyn?

Miembros de la comunidad de Brooklyn interrumpieron al presidente de National Grid en el repugnante evento de lavado verde de la empresa "Equity in Energy Summit". Foto cortesía de No North Brooklyn Pipeline Coalition.

Perjudica la salud de los residentes, pudiera incendiarse y se cree que ha sido construido con el dinero que usted guarda en el banco.

Cuando Gia Luna, de 10 años, descubrió que su escuela primaria estaba directamente encima de un ducto de gas que es altamente inflamable, le dio mucho miedo.  

“Hay algo debajo de nuestra escuela que puede explotar y algo malo nos puede pasar”, explicó Luna. 

Su escuela primaria está ubicada en la intersección de Wilson Avenue y Himrod Street en Bushwick, Brooklyn. Es una de las 55 escuelas localizadas en lo que ha sido designado como una “zona de sacrificio” encima del llamado gasoducto del norte de Brooklyn. 

¿Qué es el llamado gasoducto del norte de Brooklyn?

Es una tubería de unos 11 kilómetros (siete  millas) de largo que transporta gas natural desde Brownsville hasta Greenpoint en Brooklyn. Este gasoducto ha sido el tema central de un frente comunitario los últimos tres años. Los residentes del norte de Brooklyn, en su mayoría latinos y negro, se organizaron contra la corporación multinacional National Grid, por la construcción de la tubería en sus vecindarios, que alegan ser un acto de racismo ambiental y que no cantón con el consentimiento de la comunidad. 

La mayoría de los neoyorquinos conocen la corporación National Grid por la factura mensual que pagan para el uso de gas en los hogares y negocios. Sin embargo, activistas dicen que algunos residentes pueden no ser conscientes de que National Grid elevó sus tarifas de gas para financiar la construcción del gasoducto. Las organizaciones activistas no están de acuerdo con la construcción de un gasoducto bajo una de las zonas más pobladas de la ciudad. 

La llegada de National Grid al barrio 

National Grid comenzó la construcción del gasoducto llamado el proyecto de Confiabilidad del Gas Natural Metropolitano en el 2017. 

La agencia declaró que el objetivo de este gasoducto es aumentar la seguridad, la confiabilidad y la flexibilidad operativa de la empresa. 

La construcción involucró una tubería de siete millas que atraviesa los vecindarios de Brownsville, Bedford Stuyvesant, Bushwick, Williamsburg y Greenpoint.

Este gasoducto transportará gas metano natural (un gas de efecto invernadero muy potente) desde Pensilvania a dos gasoductos preexistentes en Brooklyn, y se conectará con una instalación de licuado de gas en Greenpoint. 

Los vecinos del área dicen que después de la instalación de estas tuberías temen por la salud pública del vecindario, las posibles crisis climáticas y el impacto del racismo ambiental.

Según los activistas, esta tubería puede filtrarse, estallar y explotar, lo que la vuelve especialmente peligrosa en un área tan poblada como el norte de Brooklyn. 

El gas fracturado es cancerígeno y puede causar problemas de salud, según un análisis de salud pública de la Universidad de Yale. Según las reglas de la ciudad, el fracking es ilegal en el estado, pero este gasoducto renuncia a esta legalidad, ya que solo está transportando gas fracturado que viene de Pensilvania.

Protestors blocking fracking site.
Una manifestante se encadena a las obras en Montrose Avenue el 16 de octubre. Foto cortesía de No North Brooklyn Pipeline Coalition.

Los que se oponen a la tubería 

Los grupos No North Brooklyn Pipeline y Frack Outta Brooklyn (FOBK) son dos campañas en contra de la tubería que ha construido National Grid y que han organizado manifestaciones desde el año 2020. 

Pati Rodriguez, madre de Luna, es una activista y miembro del colectivo FOBK. Dice que le da miedo que su hija podría estar en peligro ya que su escuela está ubicada sobre el gasoducto. 

“El oleoducto está justo aquí, y sus fugas provocan explosiones; su metano se va al aire, especialmente en un área como Bushwick que tiene altos índices de asma y toxicidad debido a las fábricas cercanas”, dijo Rodriguez.

“Están destruyendo el medio ambiente donde viven los morenos y latinos, y nos están poniendo en peligro sin nuestro consentimiento. El gobierno no está haciendo nada al respecto. En cambio, les dan el permiso para estos proyectos en lugar de priorizar a las personas que han llamado hogar a estos vecindarios durante mucho tiempo”, agregó.

En respuesta a las protestas, el ex alcalde Bill de Blasio emitió un comunicado en el que pedía el retiro del gasoducto del norte de Brooklyn. 

En una declaración sobre el proyecto, De Blasio dijo: “expreso mi oposición al gasoducto North Brooklyn de National Grid porque no podemos justificar los impactos ambientales en los residentes de Brooklyn, en su mayoría Black y Brown, asociados con una expansión innecesaria del gasoducto”.

El ex alcalde también confirmó que “la justicia racial y ambiental van de la mano, y National Grid no ha podido demostrar claramente que este oleoducto es necesario para mantener a los neoyorquinos abrigados y seguros. Les pido que retiren este proyecto de inmediato”. 

El pasado marzo, la comisión de servicio público negó $70 millones a National Grid para construir dos nuevos vaporizadores en Greenpoint. 

Esto fue posible gracias a los esfuerzos de las dos campañas de activistas, que recolectó más de 13,000 firmas en una petición, además de lograr que 1,000 residentes de la ciudad se inscribieron para presentar una queja pública ante la comisión. 

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Uno de los cuatro manifestantes que bajaron a la excavación para detener las obras en la avenida Montrose. Foto por Lisette DeJesus.

Los bancos que financian la tubería 

Los activistas dicen que hay mucha culpa en los banqueros que financian proyectos de tubería como estos. 

Rainforest Action Network, una organización ambiental, publicó un informe sobre el financiamiento de los combustibles fósiles llamado “Banking on Climate Chao”. Este informe muestra los dramáticos precios asociados a los gasoductos en todo el mundo y los bancos que están invirtiendo miles de millones de dólares en estos proyectos.

El banco francés, Societe Generale, es el único banco que se ha retirado de un proyecto de gas natural licuado (LNG) en Río Grande el año pasado, como parte de un impulso creciente para que los bancos retiren fondos de la financiación de combustibles fósiles. 

La portavoz de SocGen señaló que sus compromisos climáticos y el término del financiamiento de LNG revelan que el proyecto no está alineado con los valores del banco. 

¿Qué dice la ciencia? 

Un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático que se publicó en marzo pasado afirma que el cambio climático se está acelerando hacia la catástrofe y que está próxima década es tiempo crucial para actuar y deshacerse del impacto de la crisis climática.

Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) son, con sus diferencias, los que más contribuyen al cambio climático mundial, ya que representan más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono. A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero continúen cubriendo la Tierra, continuarán atrapando el calor del sol, según informa la página de Climate Action de las Naciones Unidas.

Uno de los principales factores de la crisis climática son los combustibles fósiles y uno de los principales factores que contribuyen a la misma es el gas natural fracturado. Esfuerzos como los que realizan los activistas de Frack Outta Brooklyn contra el gasoducto de National Grid continúan hoy día. Sus labores informativas y campañas de organización pueden ser seguidas en Instagram como también pudieran llevarse a cabo en algún lugar cercano a usted en los vecindarios afectados en el condado.