Captura en video muestra cómo la policía despoja de mercancía a vendedores ambulantes

Los vendedores ambulantes en las calles del Kingsbridge Armory son considerados los pequeños negocios de la comunidad, situados en el corazón de El Bronx.

El 19 de abril de 2023, una vecina del área capturó con su celular cómo el Departamento de Policía de Nueva York allanó las calles de Kingsbridge Road y Jerome Avenue en El Bronx de todos los artículos que vendían los vendedores ambulantes.

La mayoría de estos vendedores ambulantes no tienen un permiso para vender, y se vieron obligados a entregar sus artículos, que fueron arrojados en bolsas de basura por la policía. El video captura cómo los artículos fueron tirados en un camión lleno de más basura. 

Miguel Castillo, 58, residente del Bronx y vendedor de ropa, zapatos y juguetes usados, fue uno de los vendedores que vio como su mercancía fue colocada en el camión de la policía de Nueva York.

“Es una falta de respeto que la policía venga aquí y nos bote todas nuestras cosas sin ningún aviso”, dijo Castillo. “Yo tengo muchos años en esta esquina donde vendo todas las ropitas y juguetes que mis nietos van dejando para ganar un par de chelitos para la comida de la semana”. 

Los vendedores ambulantes situados en el corazón de El Bronx son conocidos por la comunidad como negocios locales, algunos con muchos años en el vecindario. La mayoría venden comida, ropa, zapatos, prendas, flores y hasta electrónicos.

La venta de alimentos, ropa, arte, flores y más en las calles de la ciudad de Nueva York no es ilegal, pero requiere una licencia de vendedor. 

Según las reglas de la ciudad, para solicitar una licencia, el vendedor tiene que ser un veterano de guerra, una pareja de un veterano o tener un número de espera por el departamento de protección al consumidor y al trabajador. La lista de espera para solicitantes que no son veteranos está actualmente cerrada, según datos obtenidos en NYC Business.

Los vendedores ambulantes del armory en Kingsbridge reconocen que el trabajo que hacen es ilegal, ya que no tienen las licencias necesarias para vender en las calles. Así lo aseguró Altagracia Perez, una de las vendedores ambulantes del espacio.

“Muchos negocios cierran sus puertas, llevándolos a encontrar una nueva forma de obtener ingresos”, dijo Perez, con una postura firme. “La canasta familiar ha subido a lo largo de los años, causando que los negocios tengan menos ventas por el aumento de costo”. 

Pérez, de 68 años, ha vivido en el barrio por más de 40 años. Vendía ropa usada en las calles en el 2012 por razones económicas: no le alcanzaba el dinero para sus gastos mensuales. Luchó por mantenerse en la venta de sus artículos de segunda mano, pero no vio una gran ganancia, y después de un año como vendedora ambulante decidió dejarlo.

Sin embargo, residentes como Miguel Castillo recurren a la venta de artículos en espacios públicos como única opción para hacerse la vida.

“No es fácil llegar a este país”, dijo Castillo. “Sin saber inglés, con poca familia para darme la mano y poco recursos para ayudarme encontrar un trabajo”.